Prólogo

Querido lector el alma se abre y de lo más recóndito de la misma (donde se ha ido acumulando a través de la experiencia viva retazos de belleza y de luz) quiere comunicarse contigo en ese mi tercer libro.

Es un libro de poemas. En él, entre sacados del recuerdo, de las vivencias y experiencias de mi vida, te llegan poéticas resonancias los ecos de la gran belleza de los seres humanos, de la naturaleza y los latidos de mi ser hacia Aquel, que es fuente de amor y gozo en mi vida.

Es tan plena la vida de cada ser humano, tan numerosas e intensas las vivencias y los recuerdos que la palabra se convierte en balbuceo y en mendigo que anhela poder expresar las plenitudes del contenido del alma.

Por ello, quiero pedirte disculpas porque siendo el que escribe depositario de tantas y variadas plenitudes de belleza y amor recibidas del que es PLENITUD y de tantos seres humanos me siento infiel al expresarlo. Por otra parte me sentiría más infiel y mucho peor y negaría la esencia de mi vida si no tratara de comunicarte a ti lo que sin mérito mío me ha sido dado vivir y gozar.

Quiero con éste, llamémosle prólogo, dejarte un tanto “picado” para que te animes a leerme tu.